Pasa también que muchas veces tratamos de disimular u ocultamos esos miedos con excusas: "no es el momento", "cuando tenga tiempo", "el año que viene", "una vez que me reciba", etc.
Diego Pasjalidis, experto en estrategias e innovación, cree que la mayoría de las personas no progresa no por la falta de creatividad, sino porque les sobra miedo. "Justamente, menos del 10% de todo lo que imaginamos alguna vez hacer se lleva a la práctica. Si bien -a veces- se debe a razones reales de tiempo, recursos, en muchas oportunidades nos aparecen barreras internas asociadas al sentimiento del miedo: miedo al fracaso, a perder dinero, a desprestigiarme, a lo que dirán los otros... miedo al miedo en sí", sostiene.
Miedos, tips para emprender
Como el miedo es una ilusión, generada a partir de los paradigmas de cada uno de nosotros, para poder dominarlo debemos comprenderlo.
El miedo a emprender basa su existencia en tres elementos:
Algo malo nos puede pasar (impacto)
Hay una alta posibilidad de que eso ocurra (probabilidad)
Si ocurre, mis recursos y capacidades no me permitirán enfrentar ese hecho (debilidad)
Para los negocios, como en otros campos de la vida, debemos ser conscientes de que el miedo no existe, no tiene una entidad, sino que se la damos nosotros en base a lo que percibimos y a nuestros conocimientos y experiencias.
¿Cómo enfrentar los miedos?
1: Pensar: ¿qué es lo peor que me puede pasar? El miedo, al tener un fuerte componente irracional, tiende a mezclar todo con todo, y hasta justificar lo injustificable. Entonces, preguntarnos sobre lo peor que nos puede pasar permite ponderar realmente aquello que nos puede ocurrir. ¿Cuán grave es? ¿Cuán fuerte va a ser su impacto en el mediano o largo plazo? ¿Condiciona mi futuro? ¿Me expone fuertemente? ¿Pierdo mucho dinero?.
2: Realizar una matriz probabilidad e impacto. En un emprendimiento ocurren muchas situaciones, buenas y malas, más o menos gratas. Incluso, muchas de las que aparentan ser negativas tienen un gran aprendizaje para el futuro. Para no darle alimento ficticio al miedo, podemos realizar una matriz de probabilidad e impacto (negativo) como la que sigue, a fin de colocar a cada hecho que relevemos en el punto anterior en su correspondiente casilla, y darle la importancia que se merece.
3: Identificar recursos y capacidades requeridos. Cada casilla del consejo anterior nos demanda diferente tipo de atención. Aquellos hechos con alta probabilidad de ocurrencia y un alto impacto negativo, nos hace pensar en qué recursos y capacidades debemos tener (o desarrollar) para que el impacto no sea tan negativo o para reducir la posibilidad de que el hecho ocurra. Aquí, no solo debemos mirar lo que tenemos, sino también pensar ¿quién podría ser un socio o aliado que me complemente para mitigarlos o reducirlos? ¿Puedo transferir esos riesgos a alguien (por ejemplo, un seguro)?
Aquellos hechos que pueden darse con alto impacto y una baja probabilidad de ocurrencia, nos harán pensar si debemos aceptarlos y asumirlos como parte del negocio, porque existe una alta probabilidad de que nunca ocurran.
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