El reto para muchas marcas es encontrar cómo encender esa relación emocional y cómo mantenerla viva. ¿Cómo una marca consigue la primera cita y cómo la convierte en un matrimonio feliz y duradero? A continuación comparto ocho pasos para crear esa relación online:
Determina tu tipo: En la era de las redes sociales, prácticamente todas las personas cuentan con un perfil digital. Y como un negocio que intenta conectarse con un cierto tipo de cliente, necesitas crear un perfil de quién es exactamente esa persona. Debes ser lo más detallado posible y conocer a la perfección el tipo –qué comen en el desayuno, qué tipo de libros leen, si prefieren correr o hacer yoga y cómo gastan su dinero. Conforme más detallado sea tu perfil, mayor será el número de candidatos en los que tu mensaje resuene.
Diles a todos que estás buscando: Si estás buscando a un compañero de golf, a un amigo para ir al gimnasio o incluso a una pareja, parte de tu estrategia debe ser decirles a todos que sabes exactamente a quiénes estás buscando. Lo mismo ocurre en los negocios. Quieres alinearte con personas y empresas que pueden ayudarte a sobresalir y destacar ante el cliente del que creaste un perfil. Estas personas y compañías son influenciadores que tienen una conexión directa con tu tipo y que ya cuentan con su atención y confianza.
Encuentra una forma de trabajar con estos influenciadores: Conviértelos en tus “campeones apasionados” –personas y negocios que sienten que tienen un interés en tu éxito. Hazlo identificando cómo crear una relación ganar-ganar con estos influenciadores.
Luce como lo que quieres ser: Conoce hacia quiénes se sienten atraídos los clientes que perfilaste y asegúrate que luces como quieren que luzcas. Para hacerlo, necesitas saber qué tipo de ambientes sociales prefiere tu audiencia (por ejemplo, Facebook o Twitter) y de qué manera consumen sus medios (tablet, mobile o escritorio). Tu ambiente online debe generar interés y emoción y hablar su lenguaje.
Entrega valor: Asegúrate de que tu marca hable a tu tipo acerca de lo que es importante para él. Tu cliente quiere ver cómo mejoras su vida; porque si no lo haces, entonces no hay razón para que te sigan o vuelvan a comprarte. Muéstrale que tu producto o servicio tiene valor, y así es más probable que avance la relación.
Pide compromiso: Si la relación marca-cliente es entre dos individuos, ¡entonces comprométete! Antes de poder “cerrar” la relación debes saber qué quieres que haga tu cliente. Podría ser que comparta tu mensaje, que te dé su información de contacto o que haga una compra. Lo que sea que necesites, no dejes que se vaya sin antes decirle exactamente qué requieres que haga.
Mide tu desempeño: La única forma de saber si una relación está funcionando es evaluando los resultados. De la misma manera, en los negocios, necesitas medir todo lo que se relacione con alcanzar tus metas (tráfico, engagement, conversiones, etcétera). Las métricas te ayudarán a tener una mejor idea sobre en dónde estás y qué necesitas para estar donde quieres estar.
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