Hay muchas y diferentes visiones de liderazgo. De acuerdo con la visión enfocada en el que encabeza los procesos de cambio, Joan Ginebra señala en El liderazgo y la acción las cualidades que tiene que tener una persona para convertirse en un líder:
- Gran visión estratégica.
- Peculiar capacidad para comunicar la visión.
- Capacidad de conferir poder para que la gente concrete la visión.
- Una dirección creativa.
- Capacidad para manejar la complejidad y el cambio.
El liderazgo es una calidad que se puede tener o no como directivo, e influirá en la forma en que se mueve o dirige la empresa. Como bien señala Ginebra, ambas capacidades conjugan verbos distintos: el dirigir hace al “movilizar” o “empujar” a la organización, y el liderar, al “arrastrar”.
El proceso de liderazgo es el de una persona que “señala” el futuro elegido para que la organización sigue a la persona y sólo secundariamente – por arrastre – camina hacia el propósito. Ser líder supone, además, una cualidad complementaria: el arrastre. Este se produce porque la organización – los seguidores – tienen una identificación subconsciente con el líder en el sentido de concretar, en lo que él propone, aquellos fines que le son propios. El liderazgo no es obligatorio, ni es “otro modo dirigir”, sino un elemento parcial del proceso que será más necesario cuanto mayor sea el grado del cambio o ruptura que haya que realizar en la organización.
Según Ginebra, arrastre es la palabra clave en definición de líder: “El liderazgo es, en parte, una cualidad personal y, en parte, un fenómeno situacional que mueve una organización hacia un propósito. El líder arrastra, tira, hala, mientras que otros procedimientos, al igual que el policial, mueven no por arrastre, sino por empuje. Ahora bien, ¿arrastre para qué? Para el cambio, siempre para el cambio. Así pues tenemos que líder es la persona que arrastra para el cambio.”
El proceso de liderazgo es el de una persona que “señala” el futuro elegido para que la organización sigue a la persona y sólo secundariamente – por arrastre – camina hacia el propósito. Ser líder supone, además, una cualidad complementaria: el arrastre. Este se produce porque la organización – los seguidores – tienen una identificación subconsciente con el líder en el sentido de concretar, en lo que él propone, aquellos fines que le son propios. El liderazgo no es obligatorio, ni es “otro modo dirigir”, sino un elemento parcial del proceso que será más necesario cuanto mayor sea el grado del cambio o ruptura que haya que realizar en la organización.
Según Ginebra, arrastre es la palabra clave en definición de líder: “El liderazgo es, en parte, una cualidad personal y, en parte, un fenómeno situacional que mueve una organización hacia un propósito. El líder arrastra, tira, hala, mientras que otros procedimientos, al igual que el policial, mueven no por arrastre, sino por empuje. Ahora bien, ¿arrastre para qué? Para el cambio, siempre para el cambio. Así pues tenemos que líder es la persona que arrastra para el cambio.”
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