El desarrollo de las organizaciones, que impulsa toda la actividad económica, constituye un factor de peso en lo social y en la evolución de los hombres. Todo esto contribuye a que las empresas y organizaciones se preocupen y ocupen por la calidad de la dirección, que sólo se hará realidad, en tanto se mantenga una voluntad de principios para adoptar como suyos estilos y técnicas de punta, que conduzcan tanto a su crecimiento, como también a situar en un lugar prominente la realización humana y profesional de las personas que integran el colectivo.
Lo antes planteado justifica la prioridad que se le debe otorgar en estos tiempos a los temas relacionados con la formación de los equipos, ya que esto representa, sin lugar a ningún tipo de dudas, el corazón mismo del desarrollo organizacional.
Los modelos de gestión autocráticos, las decisiones inconsultas, el autoritarismo, que se manifiestan en no oír otros criterios y percepciones, han pasado a mejor vida y de lo que se trata es de alcanzar un dinámico estilo de dirección sustentado en que el hombre juegue el papel vital, transformando la cultura organizacional y convirtiéndose cada trabajador en un impulsor de esos cambios.
Sólo a partir de la convicción de que las empresas son mucho más que elementos que sirven para acopiar valores materiales, éstas pueden transformarse en estructuras humanas, que aportan un insustituible y gran valor que no se puede medir solo con los resultados económicos.
Por todo ello se convierte la conducción de equipos en un elemento clave, sustancial. A continuación y como una manera de graficar esto les invito a analizar la siguiente fábula:
Los modelos de gestión autocráticos, las decisiones inconsultas, el autoritarismo, que se manifiestan en no oír otros criterios y percepciones, han pasado a mejor vida y de lo que se trata es de alcanzar un dinámico estilo de dirección sustentado en que el hombre juegue el papel vital, transformando la cultura organizacional y convirtiéndose cada trabajador en un impulsor de esos cambios.
Sólo a partir de la convicción de que las empresas son mucho más que elementos que sirven para acopiar valores materiales, éstas pueden transformarse en estructuras humanas, que aportan un insustituible y gran valor que no se puede medir solo con los resultados económicos.
Por todo ello se convierte la conducción de equipos en un elemento clave, sustancial. A continuación y como una manera de graficar esto les invito a analizar la siguiente fábula:
Analicemos a los Gansos
Si alguna ves tuvieron oportunidad de ver el vuelo de los gansos, cuando realizan el cambio de temporada, tómense el tiempo para contemplarlos. Y si nunca vieron este fenómeno, simplemente vean una bandada de aves volando cooperativamente en el cielo.
"Lo primero que destaca de las aves que vuelan en grupo, es que lo hacen formando una V, tal vez les interese saber lo que la ciencia ha descubierto acerca del porqué vuelan de esa forma. Se ha comprobado que cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V, la bandada completa aumenta por lo menos en un 71% más su poder, que si cada ave volara sola".
- Conclusión 1: Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a donde deseen más fácil y rápidamente.
"Cada vez que un ganso se sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a su formación, para beneficiarse del poder del compañero que va delante".
- Conclusión 2: Si nosotros tuviéramos la inteligencia de los gansos, nos mantendríamos con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.
"Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso ocupa su lugar".
- Conclusión 3: Obtenemos mejores resultados si tomamos turnos haciendo los trabajos más difíciles.
"Los gansos que van detrás graznan (producen el sonido propio de ellos), para alentar a los que van delante a mantener la velocidad".
- Conclusión 4: Una palabra de aliento produce grandes beneficios.
"Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido, otros dos gansos se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo, se quedan acompañándolo hasta que muere o esté en condiciones nuevamente de volar, y sólo entonces los dos acompañantes vuelven a su bandada o se unen a otro grupo".
A veces, como en esta ocasión, es difícil expresar con palabras todo la dimensión que tiene una metáfora como esta. En todo caso, pudiera nombrarse "plegaria a un colectivo".
Ojalá que nuestras empresas y organizaciones convirtieran sus equipos humanos, en "bandadas de gansos". No sólo los beneficios y resultados económicos serán superiores, sino que también se incrementará el bienestar, la satisfacción y el enriquecimiento en la faena del colectivo laboral.
Todo ello nos lleva a la conclusión de que es imprescindible la herramienta humana, la conformación de los grupos y equipos, y en consecuencia el análisis del comportamiento del colectivo.
- Conclusión 5 (y última): Si nosotros tuviéramos la inteligencia de los gansos, nos mantendríamos los unos al lado de los otros, apoyándonos y acompañándonos.
A veces, como en esta ocasión, es difícil expresar con palabras todo la dimensión que tiene una metáfora como esta. En todo caso, pudiera nombrarse "plegaria a un colectivo".
Ojalá que nuestras empresas y organizaciones convirtieran sus equipos humanos, en "bandadas de gansos". No sólo los beneficios y resultados económicos serán superiores, sino que también se incrementará el bienestar, la satisfacción y el enriquecimiento en la faena del colectivo laboral.
Todo ello nos lleva a la conclusión de que es imprescindible la herramienta humana, la conformación de los grupos y equipos, y en consecuencia el análisis del comportamiento del colectivo.
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