Mafalda es una pequeña rebelde, incapaz de asumir el mundo tal cual se lo pintan. Cuestiona las creencias, propias y ajenas. Es contestataria, no se queda con una simple respuesta, sino que busca muchas más.
Toma en sus manos el poder del cambio y no lo percibe como algo demasiado grande para una niña de su edad. Inconformista, inteligente, sensible e irónica, sin duda, si Mafalda fuera nuestra coach, tendría infinidad de perspectivas con las cuales ponernos a reflexionar.
Por eso y más que el jurado del Premio Príncipe de Asturias decidiera otorgarle a su creador, el dibujante y humorista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón “Quino”, su máximo galardón en la categoría de Comunicación y Humanidades, por su trascendencia en geografía, edad y condición social.